Personajes en las ciencias en 2022
Considerada faro a nivel mundial, la revista Nature publicó su relación de los científicos más connotados de los últimos doce meses, que “iluminan algunos de los mayores desafíos científicos y sociales que el mundo ha enfrentado este año”.

Por José António Alonso García –
Cuatro grandes apartados son los que acapararon en 2022 las designaciones de “personajes destacados”: tecnología, medicina y salud, cambio climático, y políticas científicas. Destaca en el primer lugar de la relación a la directora del proyecto del telescopio espacial James Webb (TEJW) de la NASA, seguida por el rastreador chino de la evolución del virus SARS-Cov-2 y predictor de algunas de sus mutaciones; el tercer lugar se otorga al director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo en Dhaka, Bangladesh, que impulsó los compromisos de las naciones ricas para pagar las pérdidas y los daños causados por el cambio climático en los países de menos ingresos.
Jane Rigby, astrónoma del TEJW
Su estatura no le permitió ser astronauta por lo que, ya desde su adolescencia, decidió ser astrónoma, impulsada por la famosa serie Cosmos, del gran divulgador de la ciencia Carl Sagan, que la puso en el camino de las estrellas.
En su juventud adquirió un viejo telescopio de segunda mano y de él pasó a trabajar, durante su licenciatura, con los datos de los telescopios Keck, ubicados en Hawái. Y en el posgrado dio el gran salto hasta el telescopio espacial Spitzer.

Y de ahí al TEJW. Concebido en 1989, en el que participan 14 países, el James Webb había sufrido tantos retrasos e incrementos de presupuesto (de 500 millones de dólares iniciales a 10,000 finales) que, en muchos momentos, estuvo a punto de fracasar. Pero en 2010 Rigby rechazó dos propuestas de trabajo y se comprometió a recuperar las capacidades del proyecto, que se iban reduciendo sobre manera a medida que se disparaban los costos.
Doce años después, Jane Rigby fue clave para el rotundo éxito de la puesta en órbita y despliegue en su posición del TEJW, a un millón y medio de kilómetros del planeta.
Las primeras imágenes que envió al Centro Godard de Vuelo Espacial de la NASA rompieron todos los moldes y las expectativas impuestas por sus dos predecesores, los también telescopios espaciales Hubble y Spitzer. A tal grado, que Rigby hizo su presentación en la Casa Blanca con Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos de América.
Yunlong Cao, un paso delante de la COVID
A finales de 2019, este joven estudiante de doctorado regresó de Estados Unidos a su país para desarrollar su tesis doctoral en la Universidad de Pekín, pero pocos meses después la ciudad cerró sus puertas para contener los contagios de SARS-CoV-2 entres sus habitantes.
En consecuencia, también el laboratorio universitario del investigador se vio privado de técnicos y estudiantes. La circunstancia derivó a Cao hacia el estudio de la nueva infección, pues advirtió que sus conocimientos previos y los métodos en los que se había especializado podía aprovecharlos para estudiar los anticuerpos generados por el SARS-CoV-2.

Inició su trabajo analizando a las personas que se habían recuperado del COVID con el objetivo de hallar anticuerpos para usarlos en el tratamiento de la enfermedad. Todo iba bien, pero la aparición de nuevas variantes cambió el rumbo de sus investigaciones y pensó: “debe haber una mejor manera de hacer esto”.
Y en lugar de crear terapias basadas en anticuerpos más fuertes orientó su trabajo a identificar qué anticuerpos eran más resistentes al cambio del virus. Deseaba rastrear la evolución del virus para evadir cientos, incluso miles, de anticuerpos. Usando técnicas convencionales, esta investigación se prolongaría varios años, pero Cao desarrolló un método de alto rendimiento para completarlo en semanas.
El éxito no tardó en llegar, pues descubrió, con gran detalle, cómo respondería el virus a la presión de los anticuerpos. Además, identificó las mutaciones que proporcionan la mayor capacidad para esquivar la inmunidad.
Analizando los anticuerpos de personas que se habían recuperado, el investigador anticipó las mutaciones clave de las variantes actuales semanas antes de que lo hicieran otros equipos de investigación.
Además, el equipo chino de investigación compartía de inmediato sus hallazgos mediante preprints, redes sociales y sitios web de seguimiento de virus, lo que potenció significativamente la lucha y éxito contra la infección.
Saleemul Huq, pagar por contaminar
Hace tres décadas era una misión imposible que los países ricos más contaminantes aceptaran su parte de responsabilidad en las grandes catástrofes naturales provocadas por el cambio climático en los países pobres.
A cambio daban dinero como ayuda, “pero cuando se da dinero como ayuda, todo el poder recae en el donante. Y esa es una relación desigual”.
Saleemul Huq, por el contrario, basaba su acción en el principio de que “quien contamina debe pagar”. Así piensa y lo ha expresado desde la Cumbre de la Tierra de 1992, celebrada en Río de Janeiro, Brasil. Su tenacidad le fue dando la razón y convenciendo a los más recalcitrantes del cambio climático.

Nacido en Karachi, capital de Pakistán, dirige el Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo en Dhaka, Bangladesh. Huq ha sido uno de los líderes del movimiento que desde hace décadas exige responsabilidad financiera a los países más contaminantes. Y, finalmente, logró sus objetivos en la última cumbre del clima, efectuada en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheikh, donde se estableció el compromiso de crear un fondo de pérdidas y daños para ayudar a los países de bajos ingresos a lidiar con los impactos del cambio climático.
El éxito de su estrategia despegó imparable después de persuadir a China e India de la necesidad exigir compensaciones económicas a los países más contaminantes por las pérdidas y daños ocasionadas por los eventos adversos atribuibles al cambio climático.
Fue un logro histórico en beneficio de los más vulnerables de todo el mundo.
Svitlana Krakovska, energía y cambio climático
“Este cambio climático inducido por el hombre y la guerra contra Ucrania tienen conexiones directas y las mismas raíces: son los combustibles fósiles y la dependencia de la humanidad de ellos. La facilidad de recibir energía de la quema de carbón, petróleo y gas ha cambiado el equilibrio de poder en el mundo humano”.
Así se expresó Krakovska durante la clausura del sexto informe online del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas a principios de 2022. Todos los panelistas aplaudieron sus aseveraciones.

Después del IPCC, Krakovska, ucraniana de nacimiento, ha sido invitada a participar en eventos importantes, como en el congreso de Geociencias de la Unión Europea celebrado en Viena, Austria, en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, así como en la conferencia climática COP27 en Sharm El-Sheikh, Egipto, donde ha expresado que el mundo debería emular la determinación de los ucranianos en la guerra contra Rusia para combatir el cambio climático.
Dimie Ogoina, vigilante de la viruela del mono
Se cumplen mis malos presagios, pensó este científico cuando en mayo de este año 2022 se enteró de que la viruela del mono se estaba dispersando por todo el mundo. El virus había aparecido en su natal Nigeria en 2017 y originado más de 700 contagios.
En ese brote de hace un lustro, este médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad del Delta del Níger diagnosticó por vez primera a un paciente afectado por este padecimiento, y también detalló la propagación del patógeno en Nigeria. Dos años después declaró que el virus podía diseminarse de una forma mucho más amplia de lo hasta entonces pensado. Pero “la gente no quería tomárselo en serio”.

Hasta mediados de diciembre de 2022, la viruela del mono, nombrada técnicamente mpox por la OMS para evitar el estigma hacia estos animales, ha ocasionado más de 82,000 infecciones y 65 muertes. A pesar de que el número de contagiados en el mundo ya está disminuyendo, en algunos países no lo ha hecho, pues los medicamentos, las vacunas y los recursos para su seguimiento y control en los de ingresos altos no están disponibles en los de menos ingresos.
Dimie Ogoina advierte de que si no se le da el seguimiento adecuado hasta su control final “el virus volverá”.
Lisa McCorkell, el paciente COVID decide
“Hacemos que los pacientes determinen cuáles son nuestras prioridades de investigación y toman la decisión final sobre a dónde va este dinero”.
Como paciente de COVID prolongada, esta científica expuso ante el Congreso de los Estados Unidos lo anterior para dar a conocer a los congresistas las necesidades de salud de estos enfermos y explicar el destino de los 4.8 millones de dólares de su fundación Colaboración de Investigación Dirigida por Pacientes, un grupo de investigadores que hacen estudios e informan sobre este padecimiento. “Tratamos de poner a los pacientes al frente de todo tipo de investigación”.

Ante la falta de estudios clave sobre la COVID prolongada, McCorkell y sus colaboradores realizaron en 2020 su propia investigación. Después de una encuesta sobre las experiencias de los pacientes con COVID prolongado configuraron un documento y compartieron los resultados con todos los públicos. “Llamó bastante la atención y ayudó a poner a la COVID prolongada en el mapa como un problema de salud importante”.
Este es un enfoque particularmente apropiado para los pacientes de esta condición. En 2021 el grupo dio a conocer un informe en el que documentó más de 200 síntomas. Sus aciertos han permitido que los miembros de la colaboración participen en la iniciativa Researching COVID to Enhance Recovery (RECOVER) de mil millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos de América.
En 2022, la colaboración comenzó a distribuir los 4.8 millones que le otorgó un fondo para apoyar proyectos de alto impacto de COVID, entre los que se encuentran el estudio del malestar post-esfuerzo y los microcoágulos.
António Guterres, diplomacia discreta eficaz
Así de claro se lo dijo a los líderes mundiales durante la cumbre climática de la ONU en noviembre en Egipto. “Estamos en una carretera hacia el infierno climático, con el pie todavía en el acelerador. Nuestro planeta todavía está en la sala de emergencias”.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas ha sido siempre muy claro en sus declaraciones, por lo que se ha convertido en uno de los máximos exponentes de la voz de la conciencia del planeta y de la humanidad. Defiende de manera especial los intereses de los países de bajos ingresos promoviendo y estableciendo las prioridades globales desde su alta investidura diplomática.

Después de la invasión rusa a Ucrania muchos países, en especial los de menos ingresos, vieron reducidas sus capacidades alimenticias al detenerse la exportación de millones de toneladas de cereales de ambos países en guerra. Estas entregas representaban el 30% de todo el trigo, cebada, maíz y aceite de girasol del consumo mundial.
La voz de alarma de los países afectados empoderó a Guterres a mediar en el conflicto de las exportaciones y cinco meses después, apoyado por otros funcionarios de la ONU, el secretario general logró que se firmara un acuerdo a fin de que los precios de los alimentos no se dispararan y amenazaran a millones de personas con el hambre.
“A pesar de algunas palabras duras de ida y vuelta, fue a Moscú y le presentó su caso al presidente Putin y, sin duda, su intervención fue uno de los factores que más influyeron”, señaló David Malone, rector de la Universidad de las Naciones Unidas en Tokio.
Sus logros son fieles testimonios del poder de la “diplomacia discreta para encontrar soluciones multilaterales”, según un tuit del propio Guterres.
A pesar de todos los desafíos que enfrenta el mundo, tiene esperanza en el futuro. Cuando la población mundial superó los ocho mil millones de habitantes en noviembre, dijo: “Nunca apuesto contra el ingenio humano, y tengo una fe enorme en la solidaridad humana”.
Diana Greene Foster, defensora de los derechos femeninos
Investigadora del aborto y demógrafa de la Universidad de California en San Francisco, Foster ha plantado cara a la Suprema Corte de los Estados Unidos por revocar Roe vs Wade, un litigio judicial de 1973 en que la Suprema Corte dictaminó que la Constitución protege la libertad de una mujer embarazada para elegir abortar sin excesivas restricciones gubernamentales.
El fallo judicial revocado en mayo no tomó desprevenida a la activista, por lo que desde antes había planeado una investigación para analizar el impacto de la revocación del derecho a abortar en los estados más proclives a prohibirlo. A su favor tenía un trabajo anterior que la Corte no había tomado en cuenta y que ella juzgaba de crucial importancia.

Durante más de dos décadas, ha estudiado el acceso a los anticonceptivos y la eficacia de los programas de planificación familiar. Foster era muy famosa por su Estudio Turnaway, en el que analizó el impacto del aborto, o la denegación, en la salud mental, física y económica de una persona. Su estudio fue desencadenado por el comentario improvisado de un proveedor de servicios de aborto en 2006: “Me preguntó, ¿qué sucede con las mujeres a las que rechazamos?”, recuerda Foster.
Su investigación demostró que someterse a un aborto no daña la salud o el bienestar de la mujer. Por el contrario, la denegación de un aborto conduce a resultados financieros y de salud negativos, y perjudica a las familias. A las mujeres que se les niega un aborto tienen más probabilidades de vivir en la pobreza, criar a sus hijos solas y experimentar complicaciones potencialmente mortales relacionadas con el nacimiento de ese niño.
Poco después de la revocación de Roe vs Wade, Foster inició otra investigación para comparar a las personas que lograron abortar hasta dos semanas antes de que entraran en vigencia las prohibiciones estatales individuales con aquellas que planearon abortar, pero no pudieron.
La evidencia que recopile en su investigación será crucial para que los legisladores locales hagan cambios en las restricciones sobre el aborto. La Corte Suprema podría haber ignorado la ciencia, pero Foster espera que los estados lo tomen en cuenta. “Estoy decidida a que, cuando se discuta a nivel estatal, los legisladores tengan los datos sobre cuáles serán las consecuencias para las familias”.
Fuente: https://media.nature.com/original/magazine-assets/d41586-022-04185-3/d41586-022-04185-3.pdf
