Árboles, calentamiento global y estrés hídrico

Por Yassir Zárate Méndez
El aumento de la temperatura a escala global tiene ya un impacto en los árboles de las masas forestales del planeta, advirtió el investigador del Instituto de Geología (IG) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Paul Szejner Sigal.
El experto universitario sostuvo que el acrecentamiento de las temperaturas también tiene como consecuencia un mayor estrés hídrico en los bosques de los sitios estudiados.
“Si seguimos incrementando la temperatura a nivel global, esta demanda hídrica en los bosques va a aumentar y de eso no hay escapatoria”, afirmó el especialista en las interacciones entre suelos, bosques y el clima, con énfasis en los procesos físicos y biológicos que sostienen el funcionamiento de los ecosistemas boscosos y su impacto en el ciclo del agua y de carbono.
Huellas en los árboles
De acuerdo con sus investigaciones, desarrolladas en Estados Unidos y en Chile, entre otros países, el doctor Szejner Sigal adelanta que los bosques y los árboles van a ser capaces de registrar esos cambios a nivel climático.
Asimismo, a escala química están tomando esta especie de “firma de los combustibles fósiles”, que ya se encuentra en la atmósfera y que puede ser medible. “Se está incorporando en la materia orgánica nueva que los árboles están generando año tras año”, agregó el investigador asociado C del IG.
A partir de los anillos de los árboles es que se puede determinar diferentes aspectos de las condiciones de los bosques.
En diferentes proyectos y artículos científicos, el doctor Paul Szejner Sigal ha ido documentando desde hace varios años, la situación que enfrentan las masas forestales en diferentes puntos del planeta.
Estrés hídrico
De acuerdo con sus investigaciones, y a partir de proyecciones, Szejner sostiene que hasta 82 por ciento de los bosques se enfrenta a un mayor estrés hídrico, como resultado del aumento promedio de las temperaturas, con énfasis en ciertas regiones del planeta, donde se suceden eventos más extremos y con un mayor impacto en los ecosistemas y en los grupos humanos allí asentados.
Como apunta un documento publicado por Fundación UNAM, “El calentamiento global juega un papel importante en el estrés hídrico, ya que se dan alteraciones en el clima, tales como variaciones en las lluvias, la temperatura, y el aumento de sequías; escasez de agua en algunas partes, e inundaciones en otras. El uso responsable del agua es un factor que ayudará a reducir este problema”.
Ante esa realidad, la evidencia se decanta por el hecho de que los árboles están registrando las modificaciones atmosféricas, que tienen lugar incluso a nivel químico, como arrojan los trabajos efectuados por el doctor Szejner Sigal, quien ha realizado tareas de campo en diferentes países, y cuyos resultados han recibido numerosas citas de sus pares.
Evidencias en los anillos de los árboles
A esto se suma que hay una mayor presencia de bióxido de carbono en la atmósfera, mismo que se ha reflejado en los anillos de los árboles, como asientan las muestras tomadas.
“Para comprender qué sucede en los ecosistemas boscosos en cuanto el uso del agua y la captura de carbono, interpretamos los isótopos estables de oxígeno y de carbono colectadas en muestras en suelos, agua y anillos de crecimiento de árboles”, indica el investigador en su página personal.
Añade que se tienen dos flancos en esta realidad que impacta a las masas forestales, “y que los árboles pueden estar registrando” desde hace varios años.
Una de esas variables son los cambios en el clima que están sucediendo, mientras que la otra es cómo químicamente el bióxido de carbono está dejando su marca en los isótopos de carbono en la materia orgánica de los árboles.
Szejner Sigal indica que desde 2012 se ha dedicado a la preparación de series de cronologías de árboles en la Unión Americana, “para las cuales se extraen pequeños segmentos de la madera, que permiten revisar los anillos de crecimiento y analizarlos microscópicamente”.
Proyectos para México
Las investigaciones del especialista del Instituto de Geología apuntan que los árboles objeto de estudio muestran “una tendencia hacia el estrés hídrico”, que a su vez muestra una correlación con el calentamiento global. En consecuencia, ahora hay una mayor competencia por obtener agua, es decir, se acentúa el estrés hídrico.
El experto universitario se avocará ahora en efectuar un estudio en nuestro país, para lo cual contará con muestras levantadas desde hace dos décadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, una entidad del gobierno federal con presencia en todo el país.
La intención es efectuar análisis químicos “para revisar la salud de los bosques y detectar cambios a largo plazo, ya sea climáticos o los incrementos del bióxido de carbono atmosférico”, con el propósito de evaluar el impacto de este gas de efecto invernadero en los pinos y coníferas que se encuentran en los bosques mexicanos, y así determinar cómo son impactados por las nuevas condiciones que rigen en el planeta.
“Mis investigaciones combinan el análisis de las variaciones temporales a escalas estacional y interanual con modelos que explican los procesos bioquímicos y físicos que el agua y el dióxido de carbono están expuestos durante los periodos productivos de los ecosistemas”, agrega el investigador de la Universidad Nacional, quien hace un llamado para tomar conciencia del papel que está jugando nuestra especie en los últimos siglos, y que podría tener consecuencias definitivas para el entorno.
Recuadro
La FAO establece que el estrés hídrico, “determinado como la razón entre el total de agua dulce extraída en un país o una región dados y el total de recursos hídricos renovables, considerando el agua necesaria para el mantenimiento del ambiente natural, afecta a países de todos los continentes. No solo dificulta la sostenibilidad de los recursos naturales, sino que también obstaculiza el desarrollo económico y social y tiende a afectar de manera desproporcionada a las personas más desfavorecidas”.