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Ecotecnología saludable

Sello PatsariPatsari

El desarrollo de ecotecnologías permite un uso equilibrado de los recursos naturales y beneficios para diferentes colectivos humanos, como demuestran las estufas Patsari.

Su contacto con las comunidades más desfavorecidas de México y la observación que hizo de las carencias con las que se enfrenta este sector de la población, lo motivaron a dejar la carrera de astrónomo y aprovechar su formación como físico para dedicarse al estudio de la bioenergía y las ecotecnologías.

Se trata del doctor Omar Masera Cerutti, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la UNAM, campus Morelia. El científico recuerda en entrevista con El faro que luego de la práctica “Diagnóstico de las necesidades energéticas en comunidades rurales”, que realizó cuando era estudiante de la Facultad de Ciencias de la UNAM, le quedaron claras dos cosas: que sería científico y que no se desvincularía de la realidad social de las zonas más pobres del país.
“Venir de Argentina y conocer las comunidades rurales de México, sobre todo las indígenas, me marcó para siempre”, acota. Tras esta experiencia, Omar Masera notó que si optaba por seguir el modelo convencional, donde “el científico realiza una investigación en el laboratorio y produce una patente, por la cual espera que se interese la industria y eventualmente se convierta en algún producto útil a la sociedad”, el apoyo no se vería reflejado en la gente más desfavorecida.

Cambio de paradigma

ASOMATE-00Omar Masera decidió transitar por un camino diferente para hacer ciencia. Se trata de un modelo distinto porque desde el principio hay un interés por salir hacia la gente, tener su retroalimentación y generar el producto con base en sus necesidades para que le sea útil.
“Es un enfoque de innovación interdisciplinario, con contenido e impacto social. Nos acercamos a las comunidades, entendemos sus necesidades y a partir de ahí, se codiseña y genera un proceso participativo con modelos de transferencia tecnológica y capacitación, y procesos de certificación social”.

Masera Cerutti describe este modelo como alternativo o complementario a otros que se siguen actualmente para hacer investigación, ya que ninguno está peleado con el otro.
A inicios de la década de los noventa, Masera creó el Programa Integral para el Uso Sustentable de la Leña1, el cual derivó en el diseño de la estufa Patsari.
Este proyecto se desarrolló en conjunto con el doctor Víctor Berrueta, coordinador del Programa de Energía Rural, que forma parte del Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada A.C. (GIRA) y otras instituciones que trabajaron en cuestiones de innovación tecnológica, estudios de impacto, implementación de tecnología, y certificación de grupos sociales para poner en marcha las estufas Patsari, cuyo objetivo fue reducir el uso de leña y sacar el humo de la cocina.
¿Pero por qué centrarse en estos dos factores?, se le pregunta a Omar Masera, distinguido en 2007 con el Premio Nobel de la Paz, como integrante del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático.
La respuesta es porque en México hay 27 millones de personas, en zonas rurales y urbanas, que aún utilizan leña como combustible para la cocción de sus alimentos, misma que se quema en fogones abiertos. Estos fogones provocan problemas de índole social y ambiental, como contaminación en el interior de los hogares, e impactos nocivos como la degradación de los bosques.
La estufa Patsari permite una combustión más eficiente de la leña, con lo que se reduce la generación de partículas finas suspendidas, que ocasionan afecciones relacionadas con el humo, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y la emisión de gases de efecto invernadero. A la fecha se han construido cerca de 200,000 estufas, distribuidas en la mayoría de los estados del país.

Características de la estufa

ASOMATE-05La estufa Patsari se adapta a necesidades locales y se fabrica in situ. Cuenta con una entrada para leña, una cámara de combustión optimizada para reducir el uso del combustible, un comal principal, dos secundarios y una chimenea para la salida del humo. Se emplea ladrillo rojo en el exterior, y en el interior una mezcla de barro, arena y cemento.

La estufa utiliza comales metálicos o de barro sobre la cámara de combustión; los comales secundarios también son metálicos y se sellan para evitar la fuga de calor y humo, lo que redunda en la protección de la salud del usuario.
El Instituto Nacional de Salud Pública destaca que el uso de la estufa implementada de esta forma reduce en un 95% el humo dentro de la cocina, y mejora en un 80% la función pulmonar en las personas que la utilizan, que en su mayoría son mujeres.
“El objetivo fue mejorar la calidad de vida de las personas y las ecotecnologías funcionan como un medio para lograrlo, pero deben usarse adecuadamente, y para ello hay que dar un seguimiento y monitoreo”, asegura Masera Cerutti.

[accordion title=»Asegurar el uso a largo plazo de las estufas» close=»1″]

El éxito de una ecotecnología depende de que la gente las adopte y las utilice de manera cotidiana. Por esta razón, en el modelo Patsari no se busca solamente instalar la estufa, sino capacitar a los posibles usuarios sobre sus beneficios y cómo operarla y mantenerla. Se hace también un monitoreo para detectar si verdaderamente se les da uso.
¿Y cómo se puede verificar sin visitar a diario la casa? En el Laboratorio de Bioenergía del CIEco se desarrolla un sistema que mide el uso en forma confiable y por períodos largos. Se vale de pequeños termómetros digitales denominados SUMs, que se colocan en las chimeneas y graban señales con un innovador software desarrollado también en el Laboratorio, desde donde se hace el monitoreo; de este modo, si la temperatura aumenta, se sabe que la estufa está en funcionamiento.

La doctora Ilse Ruiz-Mercado, investigadora posdoctoral en el Laboratorio y quien dirige el proyecto SUMs, destaca que con estos dispositivos obtienen “datos objetivos para entender el uso que las familias prefieren darle a la estufa, pues podemos saber si la usan o no en cada temporada del año, incluso si la utilizan más para calentar tortillas, nixtamal o frijoles. Con el software el conteo de empleo es más rápido y así, si es bajo, se podrán buscar soluciones oportunamente”.

Con ello se planea mejorar el diseño y estrategias de distribución para optimizar su impacto en el nivel de vida de los pobladores.
Omar Masera destaca que “la mayoría de los programas se miden por el número de dispositivos o estufas que se entregan o venden, y no por el uso que se les da”. El estudio de la adopción y uso de estufas a través de SUMs, forma parte de un proyecto financiado por la Alianza Global para Estufas Limpias, que promueve a nivel mundial el consumo sustentable de leña.
El monitoreo de las estufas Patsari es un proyecto liderado desde México por el equipo que encabeza el doctor Omar Masera. Su aplicación tendrá repercusiones a nivel internacional, ya que el 45% de la población mundial aún utiliza leña como combustible. La Alianza Global se ha planteado que para 2020, al menos 100 millones de hogares adopten estufas con ecotecnologías.

1 La tecnología de la estufa Patsari es resultado de un proceso de innovación y desarrollo tecnológico en el que participaron el Instituto de Ingeniería de la UNAM, el Centro de Investigaciones en Ecosistemas, el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada, en coordinación con la Universidad de California, así como técnicos, promotores y amas de casa. También han colaborado el Instituto de Ecología y el Instituto Nacional de Salud Pública, que han realizado estudios que documentan el impacto y beneficios de la estufa en la salud y ambiente de las familias.

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Imágenes cortesía de Ilse Ruiz-Mercado y Omar Masera Cerutti del CIEco.

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