Por Yassir Zárate Méndez –
Arcadio Poveda fue uno de los primeros astrónomos mexicanos en usar el cómputo en sus investigaciones, refirió el integrante del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, Francisco Ruiz Sala, durante la conferencia “La historia del cómputo en la astronomía”, que impartió en la sede del observatorio ubicada en Santa María Tonantzintla, en el estado de Puebla.
De acuerdo con Ruiz Sala, durante una estancia que Poveda realizó en la Universidad de Berkeley, en California, donde tenía un amigo, este le dio la oportunidad “de utilizar una computadora que manejaba el ejército de Estados Unidos, y que se dedicaba a la Comisión de Energía Atómica de la Unión Americana”.
En un testimonio del propio Arcadio Poveda, el problema que tenía era el de identificar la distribución de las galaxias en el espacio, por lo que tenía que hacer muchos cálculos. En una charla con su colega, le comentó la posibilidad de efectuar los cálculos en un laboratorio perteneciente a una dependencia del gobierno estadounidense. El astrónomo mexicano relató que su amigo llegó, le entregó los datos a calcular y al día siguiente le dieron los resultados impresos.
Así lo refiere en primera persona quien fuera el impulsor del Observatorio Astronómico Nacional:
“Mi primer contacto con el cómputo me lleva a lejanas memorias; por ahí de 1954 y 1955 hacía mi tesis doctoral en Berkeley, California, sobre un problema que tenía que ver con la distribución de las galaxias en el espacio. Es así que platicando con un colega, me comentó de la posibilidad de usar una computadora electrónica; él trabajaba como ayudante en el Laboratorio Livermore, de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos, un laboratorio de investigación clasificada, de importancia militar, y donde, en efecto, varios profesores de Berkeley daban consultoría”.
Ante esa posibilidad, Poveda indagó un poco más y resultó que uno de sus maestros era asesor del Laboratorio Livermore; a petición del astrónomo mexicano, le consiguió tiempo de cálculo, “como se diría ahora, en una de las computadoras. Ciertamente no era una de las más grandes y sofisticadas, pero sí se trataba de un equipo que fue un clásico de su época, la IBM 650”.
En una fecha tan temprana como mediados de la década del siglo XX, es que el cómputo entró en la investigación astronómica en México.
Los usos de la astronomía
Al ofrecer una síntesis de la historia de la astronomía, Ruiz Sala destacó el papel de esta ciencia en la vida cotidiana de las sociedades donde ha tenido presencia.
“Por siglos, la astronomía ha sido una de las ciencias más antiguas de la humanidad, servía para predecir el tiempo para cosechar, para sembrar, definir la época de lluvias y hasta los años cincuenta del siglo pasado era la única forma de calcular el tiempo”, se asienta en la presentación de la charla.
Ahora, el estudio de la astronomía se efectúa por medio de las computadoras y los adelantos tecnológicos, “y más allá de ayudarnos en la predicción de fenómenos como eclipses y lluvias de estrellas, entre otros más, nos permite, por medio de las simulaciones, saber el destino de las estrellas, así como la formación de las mismas, dándonos la oportunidad de conocer nuestro propio Sol, así como el comportamiento de los planetas”.
La implementación de la tecnología en la investigación astronómica dio paso a una tarea tan común ahora, como lo es la incorporación de cámaras en nuestros teléfonos inteligentes.
Así, la astronomía ayudó a anticipar actividades, como las prácticas agrícolas, pero también ha sido una de las formas más precisas de medir el tiempo, a partir de los ciclos astronómicos, como el movimiento aparente del Sol o las fases de la Luna y ahora, de manera colateral, la llevamos en nuestros bolsillos.
Máquinas para escudriñar el cielo
El cómputo sirve para averiguar valores. Involucra el valor o medida de algo en que entra la comparación de diferentes cantidades o datos y el análisis de las relaciones que hay entre unos y otros, señaló Ruiz Sala, a propósito de esta actividad, con la que se abre la puerta a la informática, que establece métodos, procesos y técnicas para almacenar, procesar y transmitir información y datos en formato digital; esta disciplina se desarrolló rápidamente en la segunda mitad del siglo XX, a partir de tecnologías como el bulbo transistor y el circuito integrado.
El especialista en programación también enfatizó que se desarrollaron grandes computadoras como parte de un esfuerzo bélico, como sucedió en la Segunda Guerra Mundial.
Por otra parte, recordó que Galileo fue el primero en hacer observaciones del cosmos con el telescopio. De ahí, siguió un largo camino con diferentes estaciones, como la primera fotografía astronómica, tomada por John Whipple, William Bond y George Bond; se trata de la placa denominada “The Moon”, hecha en 1851 y que es un daguerrotipo impreso con el Great Refractor Equatorial Mount Telescope, del Observatorio de la Universidad de Harvard.
Es así como la fotografía se convierte en una parte esencial de la astronomía; para 1882, el escocés David Dill obtuvo la placa de un cometa.
“Si hablamos de computadoras, vamos a hablar de quienes usaron computadoras en aquel entonces. En 1890, Edward Charles Pickering, en el Observatorio de la Universidad de Harvard, fue el primero que se refirió a computadoras, aunque en realidad se trataba de mujeres, que se dedicaban a elaborar uno de los catálogos más importantes, que es el de Henry Draper, que incluía a más de 10,000 estrellas clasificadas según su espectro, catálogo que fue mejorado en 1897 y que constituye la base del sistema utilizado en la actualidad”, expuso.
Más tarde, durante las dos guerras mundiales y, sobre todo, a raíz de la Guerra Fría se estimuló el desarrollo del cómputo.
“El Z1 fue el primer computador mecánico programable del mundo. Konrad Zuse desarrolló el dispositivo entre 1935 y 1936, aunque se construyó entre 1936 y 1938; fue destruido junto con sus planos en un bombardeo aliado en diciembre de 1943”, refrió el integrante del IA.
En tanto, Alan Turing desarrolla una máquina autómata, que es la referencia de muchos dispositivos, aunque desafortunadamente nadie sabe cómo funciona la máquina de Turing. El científico británico la diseñó para descifrar el código de la máquina encriptadora alemana de nombre Enigma.
“En realidad no los logró descifrar, simplemente hizo solucionar los problemas más rápidos, porque, a final de cuentas, lo que encontraron fue la contraseña. A partir de la contraseña, la máquina hacía el descifrado de los mensajes muchísimo más rápido”, acotó Ruiz Sala.
Las computadoras se diseñaban para calcular específicamente algo. La ENIAC se diseñó para calcular la trayectoria de los misiles.
“Si lanzo un objeto que vaya a avanzar unos 1,000 kilómetros, en cinco minutos, en ese lapso de cinco minutos, el planeta ya se movió. Y el objeto no se mueve al mismo tiempo que la Tierra, porque el objeto va en el aire. Ahí tiene que haber una corrección. Eso era lo que intentaban calcular con las grandes computadoras”, añadió.
De esta manera, el cómputo ha jugado un papel trascendente en el crecimiento de la astronomía en los últimos años.
