El telescopio espacial James Webb

A más de un millón y medio de kilómetros sobre la superficie de la Tierra orbita el telescopio espacial James Webb, sucesor del Hubble. En su momento, el Hubble nos permitió asomarnos a regiones cósmicas hasta ese momento desconocidas; ahora, el nuevo aparato promete llevarnos en un viaje en el tiempo y ofrecernos una nueva perspectiva del Universo.

Por Yassir Zárate Méndez – 

Dr. Alejandro Farah, del Instituto de Astronomía

El faro en línea conversó con el Dr. Alejandro Farah, del Instituto de Astronomía, sobre este nuevo dispositivo, cuyas primeras imágenes fueron presentadas el 11 de julio por el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden. Esa primeras placas dan cuenta de “una aglomeración de miles de galaxias, ubicadas 4,600 millones de años luz, en una región conocida como SMACS 0723”, de acuerdo con un comunicado de la NASA.

Para el Dr. Farah, el James Webb representa la continuación de una gran trayectoria histórica y tecnológica del ser humano, desde que Galileo Galilei apuntó su rudimentario telescopio hacia las profundidades de la noche en los primeros años del siglo XVII.

Con ese gesto, Galileo nos reveló una realidad que había sido desconocida hasta ese momento.

“Estamos hablando que el telescopio James Webb es parte de una trayectoria impresionante. Cada uno de los descubrimientos que haga, va a cambiar la historia de la humanidad. Todo esto no sería posible sin las matemáticas o la historia, desde aquel día de 1609, cuando Galileo vio lo que ahora sabemos son las lunas de Júpiter, con un telescopio de apenas unos diez centímetros; eso cambió la cosmovisión del Universo”, refiere el investigador universitario.

 

Telescopio James Webb

Grandes esperanzas

En esa progresión del estudio del espacio exterior mediante telescopios, la puesta en órbita del Hubble en los años noventa del siglo XX permitió efectuar numerosos descubrimientos. El Dr. Farah nos recuerda que se trataba de un telescopio de dos metros de diámetro en su espejo, que al estar fuera de la atmósfera del planeta pudo tomar imágenes inéditas, que representaron un avance en nuestra comprensión del cosmos.

Telescopio Hubble

Ahora hay que tomar en cuenta que el James Webb se trata de un telescopio con un espejo de seis y medio metros de diámetro, ubicado a un millón y medio de kilómetros de la Tierra y que gracias a que está en esa órbita,

“que es mucho más grande y que no tiene la atmósfera al estar en el espacio, pues nos va a permitir hacer descubrimientos impresionantes”, refiere.

Y añade que nos va a ofrecer imágenes de planetas fuera del sistema solar, con las cuales se va a poder ver el espectro de la luz que llega hasta la Tierra desde ellos. Esto nos permitirá saber cómo es su composición, tanto atmosférica como de los elementos de esos exoplanetas.

Eso va a abrir una gama de opciones para ver y entender, no nada más la formación de los planetas, sino para buscar a otros cuerpos celestes que puedan ser en algún momento habitables, e incluso que puedan llegar a tener vida.

Vistazos en infrarrojo y lentes gravitacionales

Una de las particularidades de este nuevo telescopio es que permite observar en el infrarrojo mediano y en el cercano. Los instrumentos que tiene aportan información que nunca se había obtenido de esta manera desde el espacio, nos explica el Dr. Alejandro Farah.

Sobre la primera imagen presentada por el presidente Biden, en la que se puede apreciar el llamado campo profundo, el Dr. Farah apunta que una fotografía similar tomada por el Hubble era la que utilizaba para dar charlas y que cuando vio la que ahora había hecho el James Webb no pudo dejar de sorprenderse, “porque en esa imagen se ven muchísimas galaxias. Todas las que se ven como picos, son estrellas, son de nuestra galaxia, pero hay muchísimas galaxias”.

“Algo muy romántico que se puede decir de eso es que se trata como si uno viera la misma galaxia desde dos posiciones diferentes. Es impresionante esa primera imagen que nos muestra, una imagen clásica que se ha utilizado mucho para entender el cosmos y la evolución de las galaxias, que hizo el telescopio espacial Hubble y ver cómo el Webb está superando toda la expectativa”, apunta el Dr. Farah.

La imagen está en el infrarrojo, y es impresionante por la cantidad de galaxias que pareciera que se repiten. El efecto se debe a las conocidas como lentes gravitacionales, donde la luz que viene de una galaxia hacia la Tierra pasa por un objeto muy masivo, entonces, otra luz, que iba en otra dirección, es atraída por esta gravedad, y la reenvía a la Tierra.

El universitario recalca que las lentes gravitacionales son una herramienta más para continuar con la exploración del universo. Nos permiten entender también cómo funciona el entramado del espacio-tiempo; cómo se comportan la luz y el espacio tiempo, respecto a los cuerpos muy masivos que están allá afuera.

Una máquina del tiempo

Gracias al alcance que tendrá el James Webb, podremos hacer una suerte de viaje en el tiempo, porque nos está permitiendo entender el pasado.

Por ejemplo, va a estudiar la formación de las primeras galaxias y nos va a permitir observar en el tiempo mucho tiempo atrás.

Las imágenes que ha ofrecido, y que aportará en su vida útil nos ayudarán a viajar miles de millones de años atrás, gracias a la resolución y al tamaño que tiene para observar estos objetos desde el espacio.

«El primer campo profundo de Webb no solo es la primera imagen a todo color del telescopio espacial James Webb, sino que es la imagen infrarroja más profunda y nítida del universo lejano tomada hasta la fecha. Esta imagen cubre un trozo de cielo del tamaño aproximado de un grano de arena sostenido a la distancia de un brazo extendido. Es sólo una pequeña porción del vasto universo», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, durante la conferencia de prensa en la que se dieron a conocer esas primeras e impactantes imágenes.

 

“Esta misión ha sido posible gracias al ingenio humano: el increíble equipo del Webb de la NASA y nuestros socios internacionales de la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense. Webb es sólo el comienzo de lo que podemos lograr en el futuro cuando trabajamos juntos en beneficio de la humanidad», agregó.

Las imágenes tomadas por el telescopio espacial James Webb publicadas por la NASA fueron tendencia al momento de su difusión por parte de la agencia espacial, y compartida masivamente entre los apasionados por la astronomía y curiosos del estudio del universo.

Cooperación y fondos suficientes

“Yo no me puedo imaginar a la ciencia sin ser cooperativa, sin ser internacional y sin el aporte y el apoyo de muchísimas personas. Me atrevo a decir que instrumentos como los que tiene el James Webb, incluso como la llegada del ser humano en próximas fechas a la luna, requieren de la colaboración internacional”, expresa el Dr. Farah.

Además, se pronuncia por aumentar los fondos destinados a la investigación

científica. Al respecto, asienta que la inversión en este rubro es importante, como lo estamos viviendo hoy en día.

“Nos permite observar el universo con nuevos ojos y seguir entendiéndolo, para mejorar como seres humanos; espero que el futuro impulse el desarrollo científico y tecnológico, para un beneficio social y humano y, sobre todo, para nuestro planeta”.

Reitera que este telescopio va a aportar información nueva, que permitirá despejar y aclarar muchas dudas, gracias a la resolución y la nitidez de las imágenes, y también por el tiempo de exposición.

Por eso subraya la importancia de la colaboración internacional, para que las ideas y las capacidades sigan aportando nuevos resultados, con la esperanza de que algunos sean tan asombrosos como los que Galileo Galilei hizo hace más de cuatrocientos años.

“Yo espero que eso haga el James Webb. El desarrollo tecnológico y científico van de la mano con el beneficio social y hoy en día es indispensable hacerlo para proteger a nuestro bello planeta, que nos lo estamos acabando”, finaliza el investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM.

 

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